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Perder mucho peso rápido: lo que hay más allá de la dieta (parte1)

05/06/2018 by Tania Leave a Comment

antes de perder mucho peso rápidoCuando por primera vez en mi vida fui constante con una dieta y pude perder casi 40kg. Nunca imaginé que no es solo bajar o perder peso, que hay más cosas involucradas. Cosas que fui descubriendo y que a día de hoy considero IMPRESCINDIBLES. Cosas que me me hubiesen gustado saber antes. De hecho, probablemente de haberlas sabido no hubiese tenido el efecto rebote a los meses siguientes.

¿Qué cualés son? Pues, vamos a ello!

#1 Cuando esté flaca todo se arreglará y recién podré empezar a disfrutar de mi vida

Cuando tienes tantos kilos que perder, has cargado con ellos por muchos años en tu vida (en mi caso eran casi 20) y  nunca te has visto delgada, crees que cuando bajes de peso mágicamente todo se arreglará, se pondrá en su sitio en una y recién podrás empezar a vivir. Pero, no es así exactamente. Te quedan marcas en el cuerpo y en la mente. Marcas que te lo recuerdan . Marcas como estrías, piel colgante y sobrante en todo el cuerpo, celulitis, manchas oscuras, etc. Y una imagen mental tuya.

¿Y qué pasa con eso?

Que te puede chocar. Asi que  si no te aceptas y amas como ya eres, cuando bajes de peso  eso no cambiará.

Por ejemplo, si te compras ropa (como polos sin manga) o ajustada al cuerpo dudarás en ponértela, en mostrarte por miedo o vergüenza. En otras palabras, habras «logrado tu objetivo», pero no disfrutarás del «premio».

Pero amiga la buena noticia es que tu eliges cómo ver la situación. Recuerda, tu eliges la actitud con la que tomas las situaciones que te pasen. Por ejemplo, esas marcas puedes verlas ya sea como el «daño» que te hiciste y/o calificarlas como horribles y sufrir por ello. O como marcas de guerra. Marcas que demuestran que empezaste a luchar por encontrar tu mejor versión. Y están allí para hacerte recordar lo maravillosa, valiente y guerrera que eres.

Te confieso que muchas veces (cada vez menos), me entristece tenerlas. No las acepto aún del todo. Pero, compartirlo contigo me hace sentir un mayor compromiso hacia amarme completamente. Y a partir de amarme, empezar un cambio por «atenuarlas» o mostrar su mejor versión jejeje.

En resumen, disfruta desde ya tu cuerpo y disfruta el proceso de pérdida de peso. Que tu peso o tu cuerpo no te limite de hacer cosas que se te antojen. Por eso para mi es vital trabajar tu autoestima y valía personal durante el proceso. Ya sea a través de un curso o terapia con algún psicólogo o coach.

Recuerda, el perder peso o ser flaca no es la meta, es un medio para llegar a tu bienestar.

 

#2 Enfocarte en solo «perder peso»

El peso es solo un número. Tu quieres bajar tallas de ropa, y eso se logra perdiendo grasa corporal. A veces puede que no pierdas peso, pero si medidas. ¿Qué pasó allí pues que perdiste grasa, pero quizás retuviste líquido o ganaste alguito de músculo jejeje.

Esto pasa porque la grasa es más densa que el músculo. Si comparas 1 kg de músculo vs y 1kg de grasa, la grasa ocupará más espacio. Entonces la próxima ves que solo bajes 1/2kg en una semana, alégrate si fue de purita grasa.

¿Cómo saber si perdiste grasa?, (1)a través de un nutricionista o especialista de la salud o fitness (2)tu misma si sabes usar un plicómetro o (3) de forma menos precisa pero más sencilla, tomándote tus medidas de cuello, cintura y caderas e ingresarlas en páginas como esta.

 

#3 Te puedes obsesionar y caer en el «miedo a comer» y a la gordofobia

A que me refiero con miedo a comer, pues que te da miedo u obsesionas con lo que comes. Te obsesionas pensando en cuántas calorías tiene «X» cosa o la cantidad de carbohidratos que tiene en lugar de disfrutar el momento que estas viviendo.

Vives en continuo temor de si determinado alimento te engordará o malograrán tus resultados de la semana. También te puedes obsesionar con el ejercicio o tomando diuréticos. Incluso he leído casos de algunas que caen en la anorexia durante un tiempo.

En mi caso me paso casi todo eso. Cuando comía en exceso, como en fiestas navideñas, me ponía como loca a limpiar la casa para «consumir calorías». También salia a caminar como loca. Osea literal vivia «a dieta» y con miedo de subir de peso. Eso me estresaba. Y si no manejas bien el estrés como me pasa a mi, pues terminarás segregando una hormona llamada cortisol. La hormona que puede hacerte almacenar más grasa.

En resumen, ¿Qué eliges? vivir para comer sano o comer sano para vivir. 

 

#4 En exceso lo «sano y saludable»es también malo

Buscando sentirme llena, me servía cantidades enormes de ensalada. Es decir pasé de comer alimentos no saludable en exceso  para comer en exceso «lo saludable».

Todo en exceso es malo. Antes de comer, pregúntate si realmente tienes hambre. Si estás muy cargada, enojada o ansiosa, mejor espera. Respira o has otra actividad que te relaje antes de comer. Come hasta sentirte saciada y no a punto de explotar. Mastica bien y tomate tu tiempo de disfrutar! Hay un tiempo que debe pasar antes de que el cerebro detecte que ya estás satisfecho. Recuerda, estás alimentando y nutriendo tu bello cuerpo.

Hay un dicho que dice más o menos, el 80% de lo que comes alimenta tu cuerpo, el otro 20% el bolsillo de tu doctor.

 

#5 Pensar que comer sano es solo por un tiempo y es un sacrifico

Ok, estar a dieta para perder peso puede ser un sacrificio. Pero si solo te dices que es difícil, te lo terminarás creyendo. Yo te aconsejo empezar a ver los beneficios a todo nivel que te trae el comer sano y así cogerle el gusto.  De hecho escribe a qué áreas de tu vida beneficiaría que mejores tu salud comiendo más sano.

A decir verdad cuando le cojas el gusto, no creo que quieras volver al lado oscuro ( ok, habrá recaídas las tenemos todos jeje :D). De este modo, no se te hará difícil considerarlo como parte de tu vida. Justo como los hábitos.

De nuevo repito, no es solo bajar de peso y ya. Así no será sostenible. Tampoco te obsesiones. Recuerda el punto#1 y disfruta el camino. No evites salir o compartir con amig@s por miedo a comer algo no saludable. Revisa el paso #3 de nuevo.

Actualmente, creo que es más bien encontrar nuestro estilo, nuestro propio equilibrio, escuchar a nuestro cuerpo. Y así hacerlo sostenible en el tiempo.

Además, aplicar la regla de 80/20. Si lo que comes es 80% sano, el resto puede ser «no tan sano». Por ejemplo a mi me gusta lo sano, sencillo y práctico. Me gusta adaptarme a lo que hay en casa y a las comidas tradicionales de mi país. Ese es mi estilo. Es el que se me hace más fácil y sostenible. Pero, también me encantan los kekes, las empanadas de carne y los makis. Hay sus versiones saludables, pero se me hacen algo trabajosas, así que termino optando por su versión clásica «no saludable» y el siguiente día compenso.

Filed Under: Motivación, Organízate

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